La escuela, la hacemos los/as padres/madres, los/as niños/as y las trabajadoras que convivimos en ella. Entre todos, en la relación constante de todos los días, vamos construyendo este espacio de vida, sembrando poquito a poco las semillas necesarias para la convivencia basada en el respeto, la confianza y la libertad.
Relaciones construidas desde la confianza
Creemos en la capacidad y la potencialidad que tiene cada persona para crecer. Teniendo en cuenta que tanto los padres y las madres como los niños y niñas se encuentran en su propio proceso de crecimiento nosotras ofrecemos nuestro acompañamiento: escuchando, observando, entendiendo, cuidando, ofreciendo, …. Porque cada uno/una es guía de su propio camino nosotras intentamos cuidar el camino escogido por cada uno/una ayudándoles así en su proceso de crecimiento.
Atención personalizada
Sentir que eres escuchado, cuidado, que estas presente como persona …, nos parece indispensable para poder crecer emocionalmente seguro/a. Si bien la vida en grupo esta muy presente, intentamos ofrecer momentos de atención personalizada tanto a los padres/madres como a los niños/as buscando espacios y momentos en los que se pueda compartir, hablar, sentir, escuchar. Resumiendo, intentamos ofrecer espacios y momentos que ayuden a fortalecer el vínculo de las relaciones y como consecuencia la seguridad afectiva.
Espacios de vida en libertad
Creemos necesario que los niño/as se sientan libres en sus decisiones y actuaciones si queremos respetar la capacidad y potencialidad que poseen para desarrollarse. La actividad principal de la escuela se centra en el juego libre y, los espacios y materiales que tenemos, están pensados y diseñados para responder a las necesidades auténticas del momento de desarrollo en el cual se encuentran. A los niños/as se les ofrece tiempo para moverse libremente, observar, pensar, hacer, deshacer, compartir, estar solo, saltar, descansar, … en definitiva, intentamos ofrecer espacios y tiempos para que pueda tomar sus propias decisiones en base a lo que siente en cada momento y así poder ir desplegando poquito a poco todas sus capacidades y todo su ser.
Límites con amor y para la convivencia
Ofrecemos un espacio de libertad dentro de un marco de limites bien definido. Estos límites, que ofrecerán seguridad al niño/a y que le ayudarán a conocer el mundo y a crecer, serán limites puestos desde el amor y respeto que nos ayudarán sin duda alguna a convivir a todas las personas que estamos compartiendo este espacio de vida.
Contacto con la naturaleza
Nos parece muy importante que los niños tomen contacto con la natuaraleza para que puedan crecer de un modo saludable. En el espacio que llamamos BASOA (bosque), el niño se encuentra con un bello espacio que responde a sus necesidades y en el que se le ofrece una gran oportunidad para poner en marcha todos sus sentidos, movimiento, imaginación, … Encuentra un espacio lleno de vida, en el que cada estación del año le ofrece un espectáculo maravilloso. En este contacto diario con este espacio, el niño/a tendrá la oportunidad de ir desarrollando poquito a poco una relación de cuidado y respeto hacia la naturaleza.
Alimentación saludable
En la escuela Mukixu nos preocupa la salud de los niños/as y somos conscientes de que debemos cuidar su alimentación con especial atención. La cocinera Marian prepara en la cocina de la escuela una comida deliciosa y saludable, con productos comprados el mismo día y en el mismo pueblo. Las educadoras nos preocupamos de que el momento de la comida sea cálido y acogedor; acompañados por un momento de relación agradable, creado por el adulto y los propios niños y niñas, tendrán la oportunidad de disfrutar de los platos tan deliciosos cocinados por Marian.